Las manos de un mozo sostienen una bandeja mientras las patas de una silla sostienen el culo de una mujer.
Mozo: ¿Qué se le ofrece?
Mujer: Deberías venir y besarme.
Mozo: ¿Disculpe?
Mujer: Porque soy irresistible. ¿Qué? ¿Acaso no me viste? (insinúa su escote lila y gordo).
Mozo se sonroja, da media vuelta.
Mujer: Ch, ch, ch, deberías quedarte así, quietito, todo tiernito.
Mozo: ¿Le traigo algo para tomar señora?
Mujer: Debería decirte todo esto que me pasa pero en cambio te ordeno que/ ¡EY, DEBERÍAS MIRARME!
Llegué a mi casa y no sabía si garcharte o matarte. Deberías ser más comunicativo porque no entiendo qué te pasa. Digo, ser “más comunicativo”, porque ni idea adónde vamos. ¿Vamos?... Y todo bien, pero pienso, creo y siento que deberías buscarme para ir a mirar el río, o el tren, o el colegio al que fui en la primaria, o la casa de mi mejor amiga, o la casa de quien debería haber sido mi amiga pero me gustaba. Ja. Deberías invitarme a viajar. ¿Y sabes qué más deberías? Ver lo tonto que parecés queriendo ser todo lo que deberías. Pero lindo, tan lindo, que ya que estás ahí deberías alcanzarme un cigarrillo porque me quedé sin, y en teoría cobraba ayer pero aún vivo en Argentina. Además hoy debería haber sido miércoles pero resulta que es jueves. Ja, ¡qué tarada! Debería haberme dado cuenta que algún extraterrestre me abdujo un día de esta semana, o dos, o cinco, o seis… Ah, seis años me abdujo mi ex, ya sé que debería haberme dado cuenta pero se ve que me enamoré. Por suerte aprendí lo que NO es el amor, así que ahora debería empezar por buscar el que en teoría sí es.
Mujer: ¡Ahora si me viste! ¿Ves lo linda que soy?
Mozo: ¿Se decidió señora?
Mujer: Si mi amor, quiero una coca Zero.
Mozo: ¿Pepsi light? Disculpe, no trabajamos línea Coca.
Mujer: Deberían.
Mozo: En eso coincidimos.
Mujer: Y en la carta astral seguro que también. Vos deberías ser de Leo, como yo.
Mozo: Emm, no. En realidad/
Mujer: Todos los putos astros apuntando a la constelación de Leo justo en el momento en que mi madre, que no debería haberme parido ese día, se encaprichó en hacerlo.
Mozo: ¿Entonces, una Pepsi?
Mujer: ¿Sabías que me arrancaron verde? Tres días después debería haber nacido, pero se ve que tenían ganas de conocerme. Agregame unos hielos, dale.
Mozo: Enseguida.
Mendigar amor desde el orgullo y con altura no es tarea sencilla. Se requieren estrategias casi maquiavélicas. Esa misma noche fui hasta su casa. Yo llevé la coca zero, él puso el amor.
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